Mi nombre Maria soy hija de agricultores
Mis raíces, mi orgullo, mi propósito
Mi padre y mi madre siempre fueron mi orgullo. Fueron mis maestros, mis guías, quienes me enseñaron los valores de la vida y el amor por el trabajo. Juntos cultivábamos la tierra, y de esa cosecha vivíamos. Recuerdo cómo mi madre preparaba salsas con lo que la tierra nos daba; las almacenaba con cuidado, con amor, con tradición.
Con el tiempo, nació en mí el deseo de seguir sus pasos, de continuar esa tradición que ella me inculcó. Pero en 1991, el cáncer interrumpió mi camino y puso en pausa mi sueño. Después de seis años de lucha, gracias a Dios, vencí esa batalla. Hoy estoy aquí, con una nueva oportunidad de vida, con más fuerza y sin olvidar jamás de dónde vengo.
Hoy honro mis raíces. Sigo la tradición de mi madre con un producto auténtico, hecho a mano, sin conservadores. Uso ingredientes de calidad: chile y tomate rostizados, preparados con molcajete, como se hacía antes.
Ofrezco variedad de salsas artesanales: salsa martajada, roja, verde, macha, de tomatillo, habanera, e incluso una salsa especial para niños. Hago lo que me apasiona, lo que me conecta con mi historia, con mi familia y con la tierra.
Esto no es solo una salsa. Es una herencia viva.